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lunes, 16 de abril de 2012

THE COCOANUTS (1929)



Título en español: Los cuatro cocos
Año: 1929
Duración: 96 minutos
Nacionalidad: Estados Unidos
Dirección: Joseph Santley, Robert Florey
Guión: Morrie Ryskind (basado en la obra de Edward S. Kaufman)
Música: canciones de Irving Berlin
Fotografía: George Folsey
Reparto: Groucho Marx, Harpo Marx, Chico Marx, Zeppo Marx, Margaret Dumont, Kay Francis, Oscar Shaw, Mary Eaton, Basil Ruysdael, Cyril Ring
Producción: Paramount Pictures


Quien pretenda contar, resumir o reseñar una película de los Hermanos Marx está para que le encierren… en un camarote con cuatro cocos de remate. Un film de los Marx Brothers es para visionarlo una y otra vez, para verlo y no creerlo, para tomárselo a broma, para pasárselo en grande.Y déjense de cuentos...

Las películas de los Marx Brothers, con Groucho a la cabeza, aunque no sea el hermano mayor, son para ser escuchadas, para seguir los diálogos que contienen línea a línea, aunque no al pie de la letra; por lo general, son diálogos con segundas… Las películas de los Hermanos Marx son vistas para, luego, leerlas.

Transcribo a continuación algunos momentos especialmente hilarantes de una de las películasde los Hermanos Marx con mejores diálogos, The Cocoanuts (Los cuatro cocos, 1929). Todavía trabajaban para la Paramount Pictures, antes de pasar a la Metro-Goldwyn–Mayer. Por entonces protagonizan una comicidad salvaje y desatada; el principio de la entropía llevado al humor. Salve y ustedes lo pasen bien…




The Cocoanuts, 1928 [Broadway]: Harpo (como Sam) y Chico (como Willie the Wop) en el escenario junto a Basil Ruysdael (como detective Hennessey)





El director del hotel/Sr. Hammer (Groucho) es abordado por sus empleados:

Portavoz de los empleados del hotel.- Queremos verle, Sr. Hammer.
Hammer (Groucho). ¿Cuál es el problema? ¿Pagó alguien la cuenta?
Portavoz.- Queremos nuestro dinero.
Hammer.- Sí… Dinero… ¿Queréis vuestro dinero?
Portavoz.- Queremos la paga.
Hammer.- Ah, conque queréis mi dinero… ¿Os parece bonito? ¿Acaso quiero yo vuestro dinero? Suponed que los soldados de George Washington hubieran pedido dinero. ¿Qué sería hoy de este país?
Portavoz.- Pues lo pidieron.
Hammer.- ¿Y dónde está Washington ahora? No, muchachos, no. El dinero nunca os dará la felicidad y la felicidad nunca os dará dinero. Esto debe ser sarcasmo, pero lo dudo.
Portavoz.- ¡Queremos nuestro dinero!
Hammer.- Os prometo otra cosa. Uníos conmigo, trabajad duro y olvidad el dinero. ¡Hagamos juntos de este lugar un hotel decente! Voy a comprar papel de escribir para el hotel y el próximo año, si os portáis bien, podremos comprar sobres. Pondré sábanas en todas las habitaciones, sin cargo extra. Pensad… Pensad en las oportunidades que hay aquí en Florida. Hace tres años llegué a Florida sin un centavo en el bolsillo. Y ahora tengo un centavo en el bolsillo.
Portavoz.- Eso está muy bien, Sr. Hammer, pero llevamos dos semanas sin cobrar y queremos nuestro salario.
Hammer .- ¿Salario? ¿Quieren ser esclavos del salario? ¡Respondedme a eso!
Portavoz.- ¡No! 
Hammer.- Claro que no. Bien, ¿qué consiguen los esclavos del salario? Salario. Yo, en cambio, quiero que seáis libres. ♫ Recuerden que no hay nada como la libertad, excepto Collier y el Saturday Evening Post ♫. Sed libres, amigos míos. Uno para todos y todos para mí. Yo para ti, tres por cinco y seis por un cuarto…




Encuentro entre la señora Potter (Margaret Dumont) y Hammer:


Sra. Potter: ¿Cómo está usted, señor?
Hammer: ¿Por qué no silba en el cruce? Es usted precisamente la mujer que andaba buscando. Y ahora, le guste o no, voy a hablarle de los bienes raíces en Florida. Es usted la primera persona a quien hablo de esto… hoy.
Sra. Potter: Lo siento, Sr. Hammer, pero tengo prisa…
Hammer: ¿Sabe que el valor de la propiedad ha aumentado un mil por ciento desde 1929? ¿Sabe que es el incremento más exuberante desde Sophie Tucker? ¿Sabe que Florida es el lugar más espléndido de América y Cocoanut Manor el lugar más sórdido de Florida?
Sra. Potter: Me habló de ello ayer…
Hammer: Lo sé, pero olvidé una coma. Mire, casualmente tengo aquí la exclusiva de una subasta en Florida. Debe ir. Allí encontrará diversión, sándwiches y subastas. Si no le gustan las subastas podemos hacer un contrato ahora mismo. Aquí está… Cocoanut Manor… Cuarenta y dos horas ho­ras desde Times Square en tren. Mil seiscientas millas a vuelo de cuervo y mil ochocientas a vuelo de moscardón. Ahí estás… Cocoonut Minor, gloria del desagüe de América y cloaca de Florida. Es el distrito resi­dencial más exclusivo de Florida. Nadie vive en él. Y el clima... Pregúnteme por el clima, ande.
Sra. Potter: Muy bien… ¿Cómo es el…?
Hammer: Me alegra que me haga esa pregunta. Nuestro lema es: «Cocoanut Beach, ni nieve, ni hielo, ni preocupaciones». ¿Sabe que Florida es el mayor Estado de la Unión?
Sra. Potter: ¿Lo es?
Hammer: Le ofrezco su clima… No, el clima ya está ofrecido… Le ofrezco sus frutos… Le ofrezco sus peras limoneras… Tome todas sus peras limoneras y quédeselas, mire si la aprecio. ¿Sabe cómo se hacen las peras limoneras?
Sra. Potter: No tengo la más ligera idea…
Hammer: ¿Sabe que a veces requiere años juntar la pera y el limón? No se gustan el uno al otro.
Sra. Potter: ¿No?
Hammer: No. ¿Sabe que muchas peras limoneras son enviadas fuera del Estado cada año y que no vuelven?
Sra. Potter: Creo que no.
Hammer: Todo el mundo puede echarles el guante. Florida alimenta a la nación entera, pero nadie me alimenta a mí, y de esto es de lo que quiero hablarle.
Sra. Potter: Sr. Hammer…
Hammer: Otra cosa. Le ofrezco nuestra producción ganadera. Oh, no es nada personal, pero aquí tenemos la producción ganadera ideal. Tene­mos cuernilargos, cuernicortos y calzadores de cuerno.
Sra. Potter: Sr. Hammer, ¿querrá dejarme decir algo, por favor?
Hammer: A mí me parece un buen negocio, y aquí hay algo más que quie­ro someter a su consideración. ¿Dónde le gustaría estar cuando cumpla los sesenta y cinco? O sea, dentro de unos tres meses…
Sra. Potter: Si fuera comprar, preferiría algún lugar como Palm Beach.
Hammer: ¿Palm Beach?!La Atlantic City de ayer y la ruina de mañana! ¿Sabe que la población de Cocoanut Beach ha doblado la semana pasada?
Sra. Potter: ¿Ah, sí?
Hammer: Han nacido tres bulldogs y estamos esperando una cabrita para mañana.
Sra. Potter: Lo lamento, pero tengo prisa; debo irme.



Hammer recibe la llamada telefónica de uno de los huéspedes del hotel:



Hammer: ¿Diga? Sí. ¿Agua helada en la 318? ¿Cómo es eso? ¿De dónde la ha sacado? Ah, ¿que quiere un poco? Oh, eso es diferente. ¿Tiene algo de hielo? No, yo no tengo. Esto es Cocoanut Beach. Ni nieve, ni hielo. Consiga algunas cebollas y obtendrá agua de sus ojos. ¿Qué? Lo mismo le digo…


Hammer recibe dos nuevos clientes, Chico y Harpo:


Hammer: Caballeros, ¿cómo están ustedes? Vengan, vengan. ¿Qué desean?
Chico: Le enviamos un telegrama.
Hammer: Oh, ¿son ustedes los que enviaron ese telegrama?
Chico: ¿Cómo está usted?
Hammer: Vaya, qué coincidencia. Yo también suelo enviarme telegramas. Y ahora, ¿en qué puedo servirles?
Chico: Queremos hacer una reserva.
Hammer: ¿Una reserva?
Chico: Sí. Queremos una habitación, pero sin baño.
Hammer: Oh, comprendo. Vienen a pasar el invierno. Bueno, pasen por aquí y veré lo que se puede hacer.
Chico: Muy bien. Nos quedaremos para el verano también.
Hammer: Lo siento, muchachos, pero no tenemos habitaciones vacías.
Chico: ¿No?
Hammer: Todo lleno.
Chico: De acuerdo, entonces tomaremos una habitación.
Hammer: ¿Quieren una habitación?
Chico: Pues claro. Tomaremos una ocupada.
Hammer: Botones, lleva el equipaje de los caballeros. Eh, eh, ¿sabe que esa maleta está vacía?
Chico: No importa. La llenaremos antes de irnos.
Hammer: Lo harán, ¿eh? Bien, la vaciarán antes de que yo me vaya. Bueno, ¿les gustaría una suite en el tercer piso?
Chico: No. Prefiero algo más bajo. La altura me produce vértigo.
Hammer: Pues tendrá que contentarse con el sótano. Si llega a un acuerdo con las ratas.


Escena de amor grouchiana entre el Hammer y la señora Potter:


Hammer: ¿Le han dicho alguna vez que se parece al Príncipe de Gales? No me refiero al actual Príncipe de Gales, sino a uno de los viejos. Y créame que cuando digo Gales quiero decir Gales [Wales]. Reconozco a una ballena [whale] cuando la veo. ¿Dice que su habitación es la 380? ¿Sabe? Soy el propietario de este hotel y tengo una llave maestra de cada habitación.
Sra. Potter: ¿Una llave maestra?
Hammer: Bueno, las llaves también tienen derecho a un poco de instrucción, ¿no cree? ¿Y si encontrásemos una pequeña casita? Sé dónde podemos encontrar una, pero a lo mejor los que viven en ella no quieren irse. Pero si pudiésemos encontrar una linda casita desocupada, sólo para usted y yo, donde pudiéramos arrullarnos y pelearnos [bill and cow]… No… Quiero decir, donde fuésemos el toro y la vaca [bull and cow].
Sra. Potter: ¿Sabe lo que está diciendo?
Hammer: Le aseguro que no es lo que estoy pensando. Lo que quiero decir es…. Si tuviésemos una linda y pequeña casita, y usted estuviera dentro y yo fuera, intentando entrar, o dentro intentando salir, o usted dentro intentando salir y yo arriba… La veo delante de la cocina. Pero entonces lo que no veo es la cocina… Si no tiene noticias mías antes del viernes puede olvidar todo esto.
Sra. Potter: Me parece que no entiendo…
Hammer: Quiero decir... Sus ojos… Sus ojos brillan como unos pantalones de tela azul.
Sra. Potter: ¿Qué? ¿Cómo se atreve…?
Hammer: No es un juicio sobre usted, sino sobre los pantalones. Quiero decir que si tuviésemos una bonita casita… Ya lo veo yo regresando del trabajo y usted esperándome en el umbral…  No.  Mejor usted volviendo del trabajo y yo esperándola en el umbral… Remontamos juntos el sendero y entramos en casa. Las cortinas están echadas, las luces bajas, y entonces… ¿Está segura de que su marido murió?
Sra. Potter: Claro que sí.
Hammer: Advierto un deje de incertidumbre en ese «sí». ¿Sabe?, cierta vez, un «sí» como ése fue la causa de que tuviera que saltar por una ventana, y yo no suelo saltar por las ventanas. ¿Qué le parece si nos vemos esta noche, a la luz de la luna? Oh, ya las veo. Usted y la luna. Lleve corbata para que pueda reconocerla.





10 comentarios:

  1. Y eso que no es ni mucho menos de las mejores (Sopa de Ganso y el resto), pero da igual, como dices es para leer el guión. En ese sentido, recomiendo ese disparate de biografía que es "Groucho y yo". Recuerdo el capítulo en el que habla de "Los Cuatro Cocos", (de la revista de teatro, antes que la película) y de que ganaba más dinero en Wall Street (luego vino lo del crack). En fin, para echar unas risas (muchas).
    Saludos!

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    1. Muchas risas, en efecto, Ethan. También para mí "Groucho y yo" es un libro de cabecera. Es deternillante, ya desde su mismo arranque: «Aunque es de dominio público, creo que puedo anunciar que nací a muy temprana edad. Y en este plan...

      Salucines

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  2. Qué paciencia tiene la Sra. Potter con Hammer.. Yo esta no la he visto, me la apunto porque hace tiempo que no veo a los Marx en acción. Un saludo.

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    1. Pues sí, Mara, una película de los Hermanos Marx es el mejor reconstituyente que existe. Las "escenas de amor" de Groucho con los personajes que suele encarnar la actriz Margaret Dumont son de antología.

      Salucines

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  3. Tienes mucha razón, Fernando, al asegurar que resulta harto difícil comentar una película marxista, entre otras razones, creo, porque te pones a reir a cada ocurrencia y no acabas nunca.

    Ese guión que nos has ofrecido en interesante muestra, ¿quién lo tradujo?¿Jardiel?¿Wenceslao?

    Un abrazo.

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    1. Josep: la transcripción del guión tiene de todo. Incluso un poquito de Genovés... De niño, cuando no se había inventado ni el video, recogía las pelis de los Hermanos Marx que ponían en televisión en una grabadora de audio situada junto a la salida de voz del aparato. Luego las escuchaba una y otra vez. Casi me las sé de memoria. No sería mala idea editar los guiones de las pelis de los Marx con una cuidadosa versión. Traducirlas literalmente es casi imposible, además de inútil, por el doble sentido de las frases.

      Salucines

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  4. Fernando de Villena19 de abril de 2012, 11:31

    Aunque ya se lo trasmití a su esposa, quiero felicitarlo por su magnífico blog. Lo seguiré y le daré publicidad entre algunos amigos cinéfilos de aquí, de Granada. Saludos. Fernando de Villena.

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  5. Bienvenido, Fernando, a Cinema Genovés y gracias por tu amable comentario.

    Pásate por este espacio cuando te apetezca. Te tendré reservada una butaca...

    Salucines

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  6. No sé, pero tengo sensación después de haberleido tu trabajadísima reseña, de haber visto la pelicula, y el caso es que los H. Marx me gustan mucho, pero sinceramente esta no la he visto. Intentaré hacerme con ella.

    Saludos
    Roy

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    1. Pues, siendo el primer largometraje de los Hermanos Marx, para mi gusto, es de uno los más divertidos que hicieron. El tono de vodevil, la filmación casi de teatro filmado, que contiene la cinta, mejora el resultado. Es como asistir a una representación en vivo de los Marx más enoloquecidos.

      Salucines

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