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lunes, 21 de octubre de 2013

SECRETO DE ESTADO (1950)


Título original: State Secret (también conocido como The Great Manhunt)
Año: 1950
Duración: 104 minutos
Nacionalidad: Reino Unido
Director: Sidney Gilliat
Guión: Sidney Gilliat, basado en la novela de Roy Huggins
Música: William Alwyn
Fotografía: Robert Krasker
Reparto: Douglas Fairbanks Jr., Jack Hawkins, Glynis Johns, Walter Rilla, Karel Stepanek, Herbert Lom, Hans Olaf Moser, Guido Lorraine
Producción: London Film Productions
Premios BAFTA: Nominada a mejor película británica

Esta semana traigo a Cinema Genovés un film altamente recomendable, amén de bastante desconocido en España. No estrenado en las salas comerciales del país, tan sólo ha conocido algún pase en televisión, afortunadamente en versión original con subtítulos en español. Se trata de un trepidante y muy entretenido thriller producido en el Reino Unido en 1950, cuya acción tiene lugar en Centroeuropa en los primeros compases de la Guerra Fría. Dirigida por Sidney Gilliat, más célebre por su faceta de escritor y guionista que de realizador, la película logra, con todo, atrapar al espectador desde las primeras escenas merced a una trama muy bien armada y un soberbio reparto, encabezado por Douglas Fairbanks Jr., Jack Hawkins y Glynis Johns.


El Dr. John Marlowe (Douglas Fairbanks Jr.) no es un detective privado sino un prestigioso cirujano norteamericano establecido temporalmente en Londres, aunque sin sospecharlo se verá involucrado en una agitada aventura, víctima de una añagaza que le tienden desde detrás del Telón de Acero, de la que tendrá que escapar usando todo su coraje e ingenio. Tras realizar una intervención quirúrgica en un hospital de la capital británica, donde muestra a sus colegas ingleses una nueva técnica de intervención para el tratamiento de determinadas dolencias, recibe un cortés telegrama y luego una persuasiva visita: es reclamado por un pequeño país centroeuropeo, de nombre Vosnia (supuestamente, imaginario, aunque con poca imaginación) para que les enseñe sus habilidades, y, de paso, entregarle un premio honorífico.

En el club, sus colegas, a quienes ha puesto al corriente de las novedades, no se ponen de acuerdo sobre la respuesta que debe dar a dicho ofrecimiento. Para unos, no debe fiarse de una proposición oficial proveniente de un país socialista, donde sabe uno cómo y cuándo se entra pero nunca cómo ni cuándo se puede salir. Según otros, él es, ante todo, médico, de modo que debe dejar al margen las consideraciones políticas. Cierto, eso es lo que hará. Después de todo, sólo será un par de días y después, vuelta a la normalidad. Pero, entonces…


En Vosnia, las calles y las gentes están muy animadas. Van a celebrarse  unas elecciones muy especiales… Vemos grandes carteles con la efigie de un solo candidato, a saber: el actual Presidente, el general Niva (Walter Rilla). El coronel Galcon (Jack Hawkins), ministro de tres carteras al mismo tiempo, tiene mucha mano en el poder, aunque, en realidad, le falten manos para hacerse cargo de tantas responsabilidades. Es este mandamás quien hace de cicerone para el Dr. Marlowe durante la visita. Recibe éste el Premio y, a continuación, solicita visitar al enfermo a quien debe operar al día siguiente. Durante la intervención, el paciente responde mal, lo que provoca la agitación de batas blancas (lo de «blancas» no va con segundas) entre los médicos y funcionarios que le acompañan en el quirófano, y también la sospecha de Marlowe. Pide entonces que le muestren la cara del paciente: es el general Niva, comandante en jefe del país siniestro.


Tras la operación, aparentemente exitosa, Marlowe protesta por el tejemaneje y la confabulación urdida, aunque todavía no sabe nada de la conspiración que se fragua a sus espaldas. De pronto, el general muere, cosas que pasan en todos las naciones del mundo... Y, claro, aquello es secreto de Estado. Nadie debe decir nada al respecto. Tampoco nadie debe salir del país…

Marlowe, acostumbrado  a moverse con libertad en un país libre, logra escapar de la vivienda donde lo tenían encerrado. Deambula por la ciudad sin rumbo fijo, perseguido por los sabuesos de la policía del régimen, hasta que por azar contacta con una joven, hija de inglesa, Lisa Robinson (Glynis Johns), que trabaja en un teatro de variedades, con quien podrá huir, finalmente, de aquel país tan acogedor, lo que les lleva a dar esquinazo a la tropa que les hostiga con malísimas intenciones y a escalar montañas, no sabría asegurar qué es más peligroso.


La película tiene una traza inconfundiblemente hitchockiana; por momentos, recuerda a 39 escalones (1935) y Enviado especial (1940), anteriores a Secreto de Estado, pero también a Con la muerte en los talones (1959) y Cortina rasgada (1966), posteriores a ésta. En ella, la acción, la intriga y el suspense, muy bien conducidos por Gilliat, están ligeramente sazonados con un sutil sentido del humor, lo que facilita el poder sortear problemas derivados de ambientación, debido al empeño de la producción por no señalar ningún nacionalidad concreta, acaso por imperativos diplomáticos. Mucho cuidado con quién se mete usted... Gran parte de film fue rodado en Italia (la ciudad de Verona es reconocible de inmediato), con muchos actores de reparto y figurantes de inconfundible aspecto transalpino, al tiempo que hablan una jerga multilingüe y los nombres suenan a checo.

Pero, esto último es lo de menos: ¿MacGuffin ambiental? Lo importante es la emocionante trama, dirigida con gran eficacia, en un film que cuenta con unas interpretaciones de primera categoría. Película, pues, interesante y muy recomendable.





5 comentarios:

  1. Hola, Fernando, buenos días; como bien puedes suponer, no la conozco, pero, según la pintas en tu magnífico relato, debe merecer, y bastante, la pena. Por cierto, conforme iba avanzando en tu texto, más allá de las de Hitch a las que haces mención (que también), me iba acordando mucho de 'El premio', de Mark Robson, que veo que tiene bastantes puntos de contacto argumentales con ésta. 'El premio' la he visto bastantes veces; a ver si con ésta llego a tener ocasión.

    Un abrazo y buena semana.

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    1. Pues, no te vas mucho en la comparación con 'El premio', amigo Manuel. Aunque si tengo que elegir, me quedo con 'Secreto de Estado', sin dudarlo.

      Salucines

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  2. Pues el film pinta interesante y tienes razón en lo de desconocido, yo al menos no lo conocía. Como a Manuel, me ha recordado a aquel premio con el guapo Newman. A ver si hay suerte y hay pronto otro pase televisivo como el que comentas ;)

    Un abrazo

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    1. La pelí, amiga Mara, es interesante y muy recomendable. Suerte con la búsqueda...

      Salucines

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  3. No es cierto que la película no se estrenase comercialmente. Yo la ví en la década de los años 1950 en el teatro Gran Kursaal de San Sebastián, con un buen doblaje, por cierto.
    De todos modos, felicidades por el blog.

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